¿A quién no le gusta tener zapatos nuevos? Hay personas que los compran cada semana, otras que ahorran por mucho tiempo para adquirir un par, y unas cuantas los lanzan a los cables de energía. Sí, los avientan al tendido eléctrico porque "dicen por ahí" que quien lo hace, al poco tiempo recibe calzado nuevecito. En la cooperativa Los Unificados de Santo Domingo de los Tsáchilas, José Quiguiri levanta la mirada y se ríe. Observa los pares que están colados sobre un cable de luz y relata que esos zapatos los pusieron allí "unos pelados", que creen que pronto por arte de magia tendrán zapatos nuevos. "De ley van a tener zapatos nuevos porque lanzaron el único par que tenían", bromea. Pero ir por varios sectores de la ciudad y encontrarse con esta "decoración" en el alambrado eléctrico, podría tener un significado más profundo, que el de varios muchachos deseando lucir calzado de paquete en sus pies. Lucila tiene la respuesta.
sudor, lágrimas, saliva y sangre.