Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2019

Hermanos de sangre y de cáncer

Jonathan es un torbellino de 7 años. Remolinea sin tropiezo por la única habitación que es su casa. El espacio es tan pequeño, que pocos centímetros separan las dos camas de la cocina. Corre por cada recoveco, ondeando sus dedos para tantear en las tinieblas. El cáncer se alojó en sus ojos y se los extirparon cuando tenía dos años. Es martes 20 de agosto y está más inquieto que de costumbre. Sabe que Pedro, su papá, tocará el piano en un culto de la iglesia. Eso significa que le prestarán el instrumento y lo llevará a casa. Nunca ha tenido dinero para comprar uno. Viviana, su mamá, lo abraza para que se quede quieto. Le cuesta creer que ese huracán de risas y preguntón es el mismo niño que en 2014, luego de la operación, pasó 12 días sobre una cama, inmóvil y aterrado por la oscuridad.  -Mamá, está oscuro. Mamá, tengo miedo. Mamá, quiero verte, quiero ver... Le suplicaba y no sabía cómo explicarle lo que era el retinoblastoma. Ni ella misma podía pronunciarlo sin estremecerse de dolo

Translate