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Mostrando entradas de septiembre, 2018

Karina descubrió nuevos placeres en el embarazo

Se miraba en el espejo hipnotizada. No podía creer que aquellos pechos hinchados y caderas redondeadas fueran suyos. Lo mejor era el brillo que irradiaban sus ojos negros. “¡Qué sexy!”, pensaba incrédula. Cuatro meses antes, Karina Monroy se enteró de que estaba embarazada por primera vez. Tenía 25 años y 10 meses de casada. Su vida con Andrés era una luna de miel constante, en la que ambos no perdían la oportunidad de amarse. Lo hacían donde fuera, cuando fuera... Su esposo es el amor de su vida y su mejor amante. Por eso, cuando la prueba de embarazo dio positiva, junto a la inmensa alegría de convertirse en madre, iba adherido el miedo de que sus ardientes encuentros se enfriaran. A Karina, la idea la atormentó hasta que acudieron al médico. “Yo fui con ese miedo, pero también con cero vergüenza. Le tenía que preguntar a mi doctor si podía estar con mi esposo. No podía imaginar nueve meses sin él”, confiesa la locutora de radio Punto Rojo, con una sonrisa traviesa, a la que

Ser estríper, su regalo de 18 años

Los dedos fríos y temblorosos de Kathalina Marín se escurrían sobre el tubo de un cabaré del norte de Guayaquil, igual al sudor que chorreaba sobre su piel blanca. Era 1 de agosto de 2015 y bailó como nunca antes. El erotismo brotaba de sus poros en cada contoneo, y las miradas hambrientas de deseo la devoraban. Su show apenas duró cinco minutos. Fue tiempo suficiente para encandilar con su belleza, no solo a los clientes del night club, sino a los propietarios que, sin pensarlo, la contrataron como bailarina erótica. Han pasado tres años y aún la ensordecen los aplausos y chiflidos de aquella presentación. Fue su primera vez, la que la dejó desnuda, con la tanga repleta de billetes y con el corazón acelerado de felicidad. Ese día cumplía 18 años. No quería fiesta, pastel, salidas, nada. Lo único que necesitaba era acudir a ese burdel. Allí mismo, donde meses antes la echaron cuando fue a pedir trabajo, porque era una adolescente. Ahora era diferente. Al fin tenía la mayoría

El arte de la crónica

Heriberto Fiorillo, periodista colombiano La  crónica  crece contra el periodismo convencional, que alega defender una pretendida "objetividad". Si, como dice Darío Jaramillo Agudelo en su introducción, la  crónica  periodística es la prosa narrativa de más apasionante lectura y mejor escrita en Latinoamérica -si, como él añade, un lector que busque textos escritos por gente que da importancia a que ese lector no se aburra, va sobreseguro si lee la  crónica  latinoamericana actual-, este último libro de Jaramillo Agudelo podría ser un best seller. Y podría serlo porque, con un rigor de sabueso empedernido y ese mismo exigente criterio de lector, el hombre ha escogido 53 crónicas -y ocho reflexiones sobre el género- de 46 periodistas de diez países de nuestra América para conformar las 650 páginas de su apetitosa Antología de  crónica  latinoamericana actual, que acaba de llegar a los estantes de las librerías iberoamericanas. ¿Qué es la  crónica ?, se pregunta

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