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El arte de la crónica

Heriberto Fiorillo, periodista colombiano
La crónica crece contra el periodismo convencional, que alega defender una pretendida "objetividad".
Si, como dice Darío Jaramillo Agudelo en su introducción, la crónica periodística es la prosa narrativa de más apasionante lectura y mejor escrita en Latinoamérica -si, como él añade, un lector que busque textos escritos por gente que da importancia a que ese lector no se aburra, va sobreseguro si lee la crónica latinoamericana actual-, este último libro de Jaramillo Agudelo podría ser un best seller.

Y podría serlo porque, con un rigor de sabueso empedernido y ese mismo exigente criterio de lector, el hombre ha escogido 53 crónicas -y ocho reflexiones sobre el género- de 46 periodistas de diez países de nuestra América para conformar las 650 páginas de su apetitosa Antología de crónica latinoamericana actual, que acaba de llegar a los estantes de las librerías iberoamericanas.

¿Qué es la crónica?, se pregunta el editor y empieza a responderse con una definición del finado Carlos Monsiváis: es la reconstrucción literaria de sucesos o figuras, género donde el empeño formal domina sobre las urgencias informativas.

Que la crónica tiene de novela, reportaje, cuento, entrevista, teatro, ensayo, autobiografía, etc., lo sostienen cronistas consagrados como Juan Villoro y Mark Kramer.

La crónica crece contra el periodismo convencional, que alega defender una pretendida "objetividad", como si la subjetividad fuera una trampa y no una condición permanente de lo narrado. Como si una especie de máquina, sin rasgos humanos, fuera el emisor ideal. Como si no hubiera gente detrás de toda información.

Que la realidad supera la ficción es otra gran evidencia de las buenas crónicas. El reto de los cronistas no es inventar lo sorprendente, sino descubrirlo. Se lo dijo el virtuoso Alberto Salcedo Ramos a Jaramillo Agudelo para este libro. Mi nirvana no empieza donde hay una noticia sino donde avisto una historia que me conmueve o me asombra. Una historia que, por ejemplo, me permite narrar lo particular para interpretar lo universal. O que me sirve para mostrar los conflictos del ser humano.

Comprometida con la exactitud de la verdad, lo que más diferencia a la crónica del resto del periodismo es la condición poética y artística de su lenguaje. Una cita de Antonio Cisneros nos recuerda que la poesía es lucha permanente contra el lugar común. La crónica no tiene otro terreno de batalla. El cronista es un escritor que se enfrenta a un mundo -el periodístico, como primera órbita- donde la palabra ha sido desprestigiada por la ociosidad.

Todos los cronistas del mundo parecen coincidir en que el enemigo número uno de la lectura es el aburrimiento.Y si algo aburre son los lugares comunes, lo predecible, eso que no me sorprende ni me asombra.

La crónica es una forma de pararse frente a la información y su política del mundo: una manera de decir que el mundo puede ser otro, explica el cronista argentino Martín Caparrós.

Que la crónica es literatura parece quedar claro tras la lectura de este libro. El prejuicio que veía al escritor como artista y al periodista como artesano resulta obsoleto, precisa Villoro: una crónica lograda es literatura bajo presión.

Gracias a la inmersión, a la voz personal, a la exactitud y a la dimensión simbólica, Jaramillo Agudelo sostiene que el periodismo literario forma parte del arte. La cronista Leila Guerriero se lo confirma: "No creo en crónicas que no tengan fe en lo que son: una forma del arte".

Que este género, el más cuidado del periodismo, no era narrativa sino literatura pura, lo había sintetizado ya desde tiempo atrás un gran cronista, Gabriel García Márquez, como lo recuerda con tino Jaramillo en su útil antología: una crónica es un cuento que es verdad.


Por: Heriberto Fiorillo*

*Es comentarista editorial de El Tiempo, de Bogotá, profesor emérito de Periodismo en la Universidad de la Sabana, considerado uno de los mejores nuevos cronistas colombianos.
Este fue su comentario sobre el libro de Darío Jaramillo Agudelo 'Antología de Crónica Latinoamericana actual'.

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