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Para el amor no hay edad

Santita cumplió la promesa que le hizo a su mamá: se casó. Tuvo una boda sencilla, civil y eclesiástica el 28 de febrero de 2011. Su amor, como ella lo describe, es un hombre “guapísimo”, de ojos azules y que la ama. “Hugo sí que me quiere”, dice.
A pesar de que ya no recuerda el apellido de su esposo, pues los 80 años que tiene Santa Guadalupe Pisco hacen que su memoria falle.
El amor que siente por Hugo, 10 años menor que ella, es tan grande que no miró su edad.
Santa y Hugo se conocieron hace 3 años en el Centro Gerontológico Guillermina Loor y, como recuerda Santa, los ojos azules de su amor la atraparon. En ese mismo lugar se celebró su boda.
Santa nació en Junín, pero se crió en San Plácido, y en su primera unión tuvo 3 hijos, todos fallecidos.

La mujer recuerda que con el papá de sus hijos no pudo casarse porque él ya tenía otro compromiso “y me dejó por otra”, recordó.
Pero el amor le permitió conocer a Hugo Macías y ahora comparten su vida en el asilo, pues a ambos sus familiares no los visitan con regularidad.
Santa describe estos años junto a Hugo como “muy lindos y llenos de cariño”, aunque la semana pasada tuvieron una pelea porque “una mujer machona” abrazó a su esposo.
Hace cinco años, en el mismo lugar, contrajeron matrimonio Mélida Quijije (80) y Mauro Ponce (70).
Mélida lleva en el asilo 16 años y hace 6 llegó Mauro, su amor. Ella es de Montecristi y él de Junín.
Antonio Toro, administrador del centro, comentó que en el lugar viven 60 adultos mayores, de los cuales el 70 por ciento no reciben ayuda ni visita de sus familiares.



Gelitza


Esta crónica fue publicada en la edición impresa de El Diario, de Manabí, el 5 de mayo del 2013 en la página 5A.  http://goo.gl/ojQjYs


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